miércoles, 4 de noviembre de 2009

PRESENTACIÓN

Los croatas han viajado, migrado y hecho nuevas vidas en muchas partes del mundo, y Sudamérica no ha sido la excepción a ese proceso migratorio. Se debe considerar la dificultad de dicha travesía (Europa – América del sur) hacia el siglo XIX, ya que esta área del planeta era de muy difícil acceso, debido a que los inmigrantes que deseaban llegar a esta zona del pacifico sur, debían cruzar el Estrecho de Magallanes en el extremo sur de la Patagonia, ya que no existía el canal de Panamá en aquellos años.

Aun así, encontramos hoy en día huellas del paso de croatas en países andinos como Ecuador, Perú y Chile, los cuales comparten algo en común: las aguas del Océano Pacífico. Este blog nace de los viajes realizados por estos países, adicionalmente Argentina, y busca conocer algo más sobre los viejos navegantes croatas que partieron del mar Adriático hacia Sudamérica, y su legado aún presente en estas tierras.

EL EXODO DE LOS CROATAS Y SUS RAZONES


El éxodo es una constante de los seres humanos, siendo muchas veces un movimiento doloroso. Entre los motivos se citan el hambre, las guerras, hasta la inconformidad a la vida que se lleva en su tierra.

Sin embargo, estos seres van dejando atrás muchas historias y sucesos del pasado, que en nuevas tierras se convierten generalmente en un silencio. Como lo dice el Sr. Antonio Buratović en el libro “Los croatas de la Argentina” de Carmen Verlichak, textualmente se cita “pude darme cuenta con el paso del tiempo, de que nuestros padres, como muchos de los extranjeros que emigraron de esas regiones, eran muy poco espontáneos y evitaban ser amplios al narrar sus orígenes, paisajes de la infancia y juventud, y sobre todo, de sus antecesores”

Así hubieron croatas que buscaron pan, otros vinieron buscando paz, otros se encerraron en el olvido; en algunos casos, se callaban por temor, o seguridad, a no ser comprendidos. Muchos perdieron uno de los legados culturales más importantes: su lengua materna, el croata, y por ende, no pudieron transmitirlo a las nuevas generaciones de sus descendientes en esta nuevas tierras.

Al hablar de las distintas épocas y motivos de salida de croatas de su patria, hay que recordar que la vida de la mayoría de ellos está ligada y moldeada por el mar. De manera que son y fueron navegantes desde todos los tiempos.

Se estima que a partir de 1860, y a lo largo de 100 años, más de un millón de croatas se radicaron en países de ultramar. Viajaron en distintas oleadas, producidas por varias circunstancias: las políticas anticroatas, como las que se vivió en los años del imperio austrohúngaro, época en la cual todos los jóvenes a partir de su pubertad, debían cumplir con el servicio obligatorio en la marina por un periodo de seis años; la peste filoxera que arruinó sus viñedos, después de veinte años de prosperidad (1870 – 1890); luego la cláusula de libre importación del vino italiano por parte del gobierno de Austria, que afectó a toda Dalmacia, principalmente a las islas de Hvar y Brac; la huida a la pobreza como consecuencia de lo anterior; y también las guerras.

GRAFIAS Y APELLIDOS CROATAS

Las variantes que presentan los apellidos cuando se compara la forma que se escriben en Croacia y la manera en que se escriben y pronuncian en español, responden a distintas razones: la forma precaria en que fueron anotados en el momento de llegada a esta parte del mundo; o con motivo de la inscripción de algún registro.

Sin embargo, quizás el motivo principal es que la grafía y pronunciación del idioma croata difiere mucho del castellano. Entonces para los inmigrantes se volvía necesario elegir entre la fidelidad a la grafía ó la lealtad a la pronunciación de sus apellidos.

Un ejemplo es la letra c, que en croata se pronuncia ts, la ć y č se pronuncian como ch, y la š como sh, por mencionar los problemas más frecuentes que se plantean al graficar este tipo de apellidos. Tal es el caso del apellido croata Ćurlica, el cual posee varias formas de escribirlo en el español: Ciurlizza, Ciurliza, Chiurliza, Churlisa, Curliza, Ciurlissa. Se puede decir que en este apellido se aplicó la regla de escribirlo a semejanza de su pronunciación en croata: CHURLITZA.

En el caso de los apellidos conformados por el ović, se puede decir que la mayor parte de los idiomas indoeuropeos, incluidos los eslavos, configuran sus apellidos en forma de patronímicos; es decir, el ović (pronúnciese ovich), significa “hijo de”. En el dilema de adaptarse a la pronunciación, el recurso más corriente fue el de agregar una h al final del ić.

Un ejemplo es el caso del apellido Cvitanić ó Cvitnanović, los cuales son derivados de Cvitan. El ov es el genitivo de Cvitan, siendo un genitivo de origen, es decir Cvitanov significa “el que procede de Cvitan”.

Por su parte el sufijo ić es un sufijo de diminutivo, por lo que Cvitanić significa “el pequeño Cvitan”. Finalmente el apellido Cvitanović significa “el pequeño que procede de Cvitan”.

En el idioma croata existe otro diminutivo en grado mayor, o diminutivo duplicado, este es el čić. En el caso de los apellidos derivados de Tomas: Tomić y Tomčić.

Entre los apellidos derivados de nombres se pueden citar: Antunović, de Antonio; Markusić, de Marko; Gabrić, de Gabriel. Entre los apellidos derivados del nombre Ivan (Juan en español), se encuentran: Ivandić, Ivanović, Ivanković, Ivancić, Ivanisević, Ivanać, Ivanusić, Ivancević.

Además, en el idioma croata existen patronímicos femeninos, así Klarić, de Klara; Katić, de Kata; Anić, de Ana; Mandić, de Mande (Magdalena).

Hay apellidos que denotan parentesco: Bratić significa primo; Babić es un derivado de baba, modo familiar de abuela; Sinković, proviene de Sinko, vocativo de hijito. También existen apellidos relacionados a oficios y profesiones, tal es el caso de Kapetanić, proveniente de kapetan (capitán), y Kuharić, que deriva de kuhar (cocinero).

LEGADO EN ECUADOR

En las costas ecuatorianas, la presencia de ciudadanos croatas se aprecian en la provincia de Manabí. Varias poblaciones antiguas como Bahía de Caráquez y Machalilla aun conservan legados de la vida de ciudadanos croatas.

En el caso especifico de la parroquia Machalilla, ubicada junto a uno de los principales parques nacionales del Ecuador, el legado de IVO CURLICA BAN (Juan Ciurlizza) en este país está perennizado en las campanas de la iglesia que datan del año 1904, las cuales fueron donadas por dicho croata originario de Dubrovnik.

Este croata se dedicó junto a su sobrino TOMO KNEZEVIC CURLICA, a actividades comerciales marítimas entre Ecuador y Perú. Sus últimos años de vida los vivió en Ecuador, donde tuvo también descendencia y falleció en el año 1907, según registros que reposan en el Archivo Histórico de Dubrovnik, Croacia.

Del área de Dubrovnik también fueron los hermanos Uskoković Silje, y Marko Kravarović.

LEGADO EN PERÚ

En el antiguo territorio Inca, el legado croata se aprecia en diversas localidades tanto de costa como sierra. En el litoral peruano, localidades como Lima, El Callao, y hacia el norte en Chiclayo, se encuentra el legado de los viejos croatas.

Es en el puerto de El Callao, en donde llegan los primeros ciudadanos croatas al Perú, a mediados del siglo XIX. En el cementerio Británico, aún se aprecian tumbas de ciudadanos raguseos de aquella primera época de migración.

En la capital Lima, se ubica talvez uno de los clubes más antiguos en Sudamérica que han agrupado ciudadanos croatas desde inicios del siglo XX. Esta es la Asociación Croata Dubrovnik, fundada en 1906. Actualmente su sede se ubica en la Avenida Jesús Maria, y a la vez en sus instalaciones acoge al Consulado honorario de Croacia en Perú.

LEGADO EN CHILE


En el territorio chileno, la presencia de croatas se puede apreciar en tres distintas áreas; al norte, en Iquique y Antofagasta; al centro, en Santiago y Valparaíso; y al sur, en Punta Arenas.

Uno de los más reconocidos personajes en la historia de croatas en Chile, ha sido PASCO BABURICA (Pascual Baburizza), proveniente de Dalmacia. Uno de sus legados se encuentra en el puerto de Valparaíso, en donde se encuentra el Palacio Baburizza, el cual funciona actualmente como el Museo de Artes del Municipio de Valparaíso.

Dicho palacio fue comprado y terminado de construir por el Sr. Baburizza en la década de 1920, en el cual vivió con sus familiares hasta los últimos días de vida. Este ciudadano se dedico a actividades salitreras en el norte de Chile. A través de un recorrido por sus espacios interiores, uno puede revivir una de las mejores épocas del auge económico de dicho puerto chileno.


AGRADECIMIENTOS

En Ecuador, mis agradecimientos a los Sres. Luis Avilés Uscocovich y Marcos Ciurliza, por compartir sus conocimientos sobre los viejos croatas.

En Perú, mis agradecimientos para el Mons. Drago Balvanović, en la Vicaría Pastoral de la comunidad croata; al Sr. Marko Burin, ex Presidente de la Asociación Croata Dubrovnik, al cuerpo diplomático del Consulado de Croacia, y a la familia Ciurlizza Celis, gracias por sus atenciones en mi paso por la ciudad de Lima en el mes de Septiembre del 2009.

En Chile, mis agradecimientos para los Sres. Damir Tonka y Andrés Rajević, en la Embajada de Croacia en Santiago; a los Sres. Archibaldo Peralta y Lorenzo Carrasco, en Valparaíso, quienes gentilmente me atendieron en la sede del Palacio Baburizza; así también al Sr. Ivo Radić, administrador del club “Stadio Croata” en la capital chilena, por sus atenciones en mi viaje en el mes de octubre del 2009.

En Argentina, al Sr. Mirko Brkljkcić, presidente del Centro Cultural Croata en Mendoza, quién departió sus conocimientos sobre la presencia croata en dicho país, así como por su obsequio, el libro “Los croatas de la Argentina” de la escritora Carmen Verlichak, y que me ha servido de fuente bibliográfica para los dos primeros puntos de este trabajo.